miércoles, 9 de septiembre de 2020

VOLVER

Tocaba volver. Está claro que no queríamos volver así, con miles de casos diarios en toda España, con más hospitalizaciones, más muertes y más incertidumbre...pero aún con todo esto la fecha estaba fijada y tocaba volver. Lo hemos hecho. Mi hijo y yo , como muchos otros, llevabamos seis meses sin acercarnos a la puerta del colegio. Y esta mañana , ya antes de salir de casa esa puerta se nos ha vuelto inmensa. A mí se me ha hecho más grande que cuando tenía tres años y empezó su primer año en infantil. Me acuerdo de ese día como si fuera hoy. A él se le ha hecho más grande que nunca porque de aquello de primero de infantil, obviamente ,no se acuerda. Nos latía el corazón a tope esta mañana a los dos, más a la madre que al hijo me temo. Por todo. Porque por primera vez ibamos a cruzar sea puerta con mascarilla, con distancia entre los niños que se miraban entre ellos entre raros y deseosos de ser normales. Porque la COVID nos ha traído cambios en las clases, grupos más pequeños, compañeros nuevos ... porque este virus nos ha quitado esa tan manida "vuelta al cole", la misma de todos los años y nos ha traido un reto, un hito. De hecho hoy nos hemos acercado a la puerta del colegio como si fueramos héroes, como si fueramos luchadores que deben asumir riesgos. Me ha faltado decirle aquello de "hijo mío, este es un pequeño salto para un hombre y un gran paso para la humanidad " (o como sea exactamente). Pero es verdad , es lo que yo he sentido , hoy poner un pie en el colegio a mí me parecía un gran salto y lo hemos dado. Teníamos miedo, bueno yo tenía miedo. Él no. Él con ocho años no tenía ningún miedo. El otro día me dijo: "Mamá no va a pasar nada.Tú no me dejarías si pensaras que me va a pasar algo ¿no? Así que tranquila". Y claro, le dije que sí, que estaba tranquila. Pero no era verdad. No estoy tranquila. No es solo por la posibilidad de contagio, que también. Es por todo lo demás. Es porque quiero que tenga una infancia como la que ha tenido hasta ahora... Una infancia en la que tu mejor amigo te puede abrazar, te puede dar un mordisco al bocadillo, puede beber de tu botella, en la que puedes sudar al lado de otro en un partido de fútbol y en la que cuando se te cae la baba por una chica , o por un chico, un par de tus colegas te hacen el gestito ese típico debajo de la barbilla. Quiero que su infancia vuelva a ser lo que era, con veinte niños jugando juntos al baloncesto, con uno que te estornuda encima y solo tienes que decirle "mira que eres guarro", con tus tíos y tus abuelos achuchandote hasta que te descoyuntas. Quiero una infancia con todo y ahora mismo no puedo dársela. Y eso me entristece, me asusta, me apena y me irrita porque no puedo hacer nada. Porque no está en mi mano hacer nada Así que me ha tocado que él me diera a mí una lección de vida , una vez más. Cuando se ha levantado esta mañana deseando volver al cole, con su mascarilla, su gel hidroalcohólico y todo el kit, cuando hemos caminado hasta la puerta y estaba deseando conocer a sus nuevos compañeros de clase, cuando no me ha dejado cruzar la calle porque "no hay que juntarse con tanta gente mamá" y sobre todo cuando ha salido con su mascarilla puesta y sonriendo con los ojos y me ha dicho "ha sido un día maravilloso, me he divertido muchísimo y estoy feliz" Pues si, hemos vuelto y si tengo que basarme en la actitud de mi hijo "todo va a salir bien"

jueves, 16 de julio de 2020

No lo llames amor, no lo llames teatro

Ir a Almagro en verano a disfrutar , aunque sea un día del festival de Almagro, me da la vida. No lo llames amor, llámalo adicción si quieres. Es como si acudiera allí medio adormecida por el canto de las sirenas, como si el flautista hiciera sonar su melodía y yo como una zombi me plantara en Almagro y allí se produjera el milagro. No lo llames amor, o sí, no lo sé , llamalo como quieras. Porque es llegar y pasear por sus calles de piedras irregulares hacia la plaza y se me cambia la cara, lo noto yo , así que imagino que lo notarán todos. No sé lo que me pasa. No se si es Begoña, que más que una persona es un hada madrina que te va concediendo todos tus deseos en el municipio , no se si es Joaquín, porque esté o no en el pueblo su voz resuena en cada rincón , en cada butaca. No sé si es la expectativa de encontrarme con Marta, que es capaz de transmitirte una fuerza hercúlea o doblegarte con una ternura infinita...No sé si es Nieves con esa forma que tiene de hacerme sentir cuidada, como una niña a la que su madre arropa antes de acostarse... No sé si es el Marqués, con esa sonrisa eterna con la que te recibe en su bar, que no sabes si pedirle un vino o pedirle simplemente que no deje mirarte. No sé lo que es , no lo llames amor, no lo llames teatro...porque está claro que para mí Almagro es teatro, pero no es solo teatro. Todos esos sentimientos han vuelto este año y eso que para mi Almagro ya no volverá a ser el mismo. Al margen de las mascarillas y de las distancias, al margen de la limitación de aforo y del miedo , al margen de lo que está suponiendo para nuestras vidas este virus, se han marchado dos hombres que para mí eran puro festival de Almagro. Se marchó Javier, Javier Marchante. Sin él el mes de julio no volverá ser el mismo. Siempre decíamos que el festival no empezaba hasta que no veías a Javier en la plaza. Javier fue el culpable de meterme el gusanillo del teatro clásico en el cuerpo y yo nunca podré entender Almagro sin él. Este martes cuando me senté delante del Corral de Comedias me parecía ver su sonrisa pícara al fondo, disperso, como no dándose cuenta de nada y pendiente de todo al tiempo. Sin ti no será lo mismo. Y se marchó Domingo, al que todos conocían y muchos no sabían ni como se llamaba. Si,el Gordo, Domingo era el rey de la Plaza. No has estado en Almagro si no te sientas en el bar de El Gordo y te pides una caña y una merluza rebozada. Ni la plaza, ni el festival ni Almagro serán lo mismo sin Domingo. Almagro este año me da la vida, como siempre, me deja también importantes vacíos. Ha sido una vuelta extraña a Almagro este año. Una vuelta marcada por las distancias. Por los abrazos que quieres dar y no puedes. Ay Begoña, con las ganas que tengo de achucharte!Una vuelta marcada por las distancias entre asientos en el teatro, que te impiden "cuchichear" convenientemente lo que piensas de la obra, una vuelta marcada por la distancia en los bares, una vuelta marcada por el hidroalcohol en los desayunos, por las mascarillas en todos lados... Una vuelta que también ha marcado el primer estreno "En un reino extraño". Una experiencia escénica sin duda impactante en la que la "joven" ha demostrado el gran talento de sus actrices y actores. Una experiencia post-confinamientos y quizá , ojalá que no, pre nuevo confinamiento. Una experiencia escénica impactante sí, teatro no. No lo llames teatro. Lo de la joven de este año en el Adolfo Marsillach es otra cosa. Brillante sí, teatro no. Son los nuevos tiempos , la nueva normalidad ¿el nuevo Almagro? Creo que no, que Almagro permanecerá de alguna u otra manera inalterable, al menos para mi seguirá siendo ese oasis en el desierto manchego del verano. No lo llames amor, no lo llames teatro...Llámalo simplemente Almagro. Almagro que a pesar, como diría un antiguo amigo mío de "rencillas de despachos" sigue dándome la vida. A titulo personal, claro

viernes, 29 de mayo de 2020

LA SOMBRA DEL VIRUS ES ALARGADA

La sombra del virus es alargada. Se mete en todo y en todos los que nos rodean. Que vas a comprar el pan, evidentemente la barra se sirve con conversación de COVID incluida, que te tomas un café en una terraza ,ahora que puedes, no lo haces nunca sola, te acompañan la mascarilla y el hidroalcohol, que sales a tomarte una caña con las amigas , ahora que también puedes, pues además de no poder emborracharte porque te da miedo hacer una exhalación de la amistad que ahora no se permite, todas las conversaciones derivan en lo único, el coronavirus. No es sano pero es absolutamente normal. El virus ha atacado a algunos con dureza y nos ha tocado a todos con firmeza porque se ha llevado nuestros abrazos, nuestros besos y lo que es peor nuestras conversaciones. No sabía yo que iba a echar tanto de menos hablar del conflicto catalán , de la liga de fútbol, de las actividades extraescolares que me tenían frita, de los lugares para celebrar los cumpleaños de los niños, de los bikinis, de las piscinas, de las vacaciones o de los jefes. Mientras los políticos nos avergüenzan en el Congreso con sus fondos y con sus formas, a nosotros se nos ha tragado el coronavirus. Se nos ha tragado porque no somos capaces de pensar en otra cosa que no sea eso. Y quizá es lo más saludable, al menos en lo que a salud física se refiere, porque mientras lo tengamos tan presente también tomaremos precauciones, pero lo cierto es que psicológicamente es machacante. En el trabajo, todas las noticias que redacto son de coronavirus, en casa la lejía me acompaña a todas partes, cosa del coronavirus, cuando regaño a mi hijo es porque no se lava suficientemente las manos y no es consciente del peligro del coronavirus, con tus padres a distancia por el coronavirus, con tu hermano que vive lejos, llamadas de coronavirus...Vaya que todos los españoles que hace unos meses éramos entrenadores de fútbol, economistas, tertulianos ... ahora somos todos especialistas en coronavirus, y eso que realmente no sabemos nada de "el bicho". No quiero que me entendáis mal, que no me quejo, que afortunadamente hemos tenido la suerte, mi familia y yo, de estar todos sanos, pero yo noto un empobrecimiento intelectual en estos meses brutal. Me siento culpable pero no me interesa nada que no sea coronavirus y siento que a mi alrededor a nadie le interesa nada que no sea coronavirus. Nos han quitado las celebraciones, los conciertos, el teatro, los botellones e incluso los amantes, quien los tuviera... Nos lo han quitado todo y nos lo han cambiado por tres cosas : el miedo, el mono tema del virus y un teléfono móvil. Las derivaciones emocionales y psicológicas que va a tener esto son para mi todo un misterio

jueves, 21 de mayo de 2020

NO ES UNO MÁS

Este año no. Este año, el día de mi cumpleaños , este domingo , diré o me dirán muchas cosas (o eso espero), pensaré muchas cosas (o eso quiero) pero de las pocas cosas claras que tengo es que este año no se me pasará por la cabeza esa frase tan manida de "uno más". No. Este 2020 no es un año más ni un cumpleaños más. Porque llevo, como todos vosotros, una cifra en la cabeza, 28.000 fallecidos. Porque llevo en el corazón a algunos amigos que han estado muy enfermos y otros que sin estar tan graves también lo han pasado muy mal. Porque me faltarán en el cuerpo los abrazos de mi madre y de mi padre, aunque afortunadamente ya he podido verlos. Porque me faltarán las fotos "achuchadas" con mis amigos y mis amigas, porque me faltarán los vinos sin mascarillas en los bares y las risas sin freno de mi hijo en el parque jugando con sus amigos. No. No será un cumpleaños más porque esta pandemia que nos ha tapado la boca con una mascarilla y nos mantiene tan limpias las manos nos ha dejado sin aquellas cosas que ni siquiera veíamos. Nos falta algo tan básico como el contacto físico, eso que estaba tan interiorizado en nuestra conducta que ni siquiera lo percibíamos. Cuando íbamos a dejar a los niños al cole y una amiga nos ponía la mano en el hombro, cuando íbamos a tomar una caña y lo primero que llegaba era el abrazo, cuando íbamos a cenar con la familia y antes de sentarnos a la mesa no nos faltaban los besos, cuando alguien te rozaba el pelo para preguntarte si te lo habías cortado, o te tocaba la oreja para mirar tus nuevos pendientes... esas cosas en las que jamás habíamos pensado ya no están. No están y no sabemos cuándo ni cómo van a volver. No será un cumpleaños más porque valoraré más que nunca tener a mis padres un ratito a mi lado, hay demasiada gente que no podrá hacerlo. No será un cumpleaños más porque daré gracias por poder achuchar a primera hora de la mañana a mi hijo y darle un beso a mi pareja, cuando la mayoría de las veces eso lo consideraba lo normal.No será un cumpleaños más porque a muchos no os veré, o podré veros por videollamada, o solo podré escucharos y aún así daré las gracias por ello. No será un cumpleaños más porque no podremos decir "nos vemos pronto", diremos "nos veremos cuando podamos". No será un cumpleaños más porque a partir de este no sé como serán el resto de mis cumpleaños y porque a partir de este año creo que nunca más volveré a decir "uno más". Y sobre todo porque este año me alegraré tanto de cumplir años como de que los cumpláis todos los demás. De momento nos toca lidiar con muchas incertidumbres y de muy pocas certezas. Pero nos toca disfrutar, este no es y nunca será uno más.

lunes, 11 de mayo de 2020

LIMPIEZA DE ARMARIOS

Está siendo una primavera atípica. Por el encierro, por supuesto, pero también por la lluvia. Hacia años que no veía llover tantos días, de forma tan productiva en la mayoría de los municipios, con alguna tormenta de por medio claro. Pero no, no quiero yo hablaros del tiempo. El caso es que no sabe una cuando hacer el cambio de armario con este jaleo de temperaturas, sol, lluvia , granizo... Yo os animo a que os pongáis a ello. Total , dentro de nada volvemos a la nueva normalidad (ojalá) y ya no estaremos tanto en casa, así que nos dará más pereza. Haced ya el cambio de armario. Y ya que nos ponemos también la limpieza de armarios. Y no me refiero a los armarios físicos, ni a los metafóricos . Me refiero a los armarios virtuales. A Facebook, twitter, instagram ... y sobre todo a WhatsApp. No lo retraséis más, os lo digo en serio. Es el momento de hacer limpieza. Habéis pasado dos meses encerrados en casa ,al margen de las obligaciones perentorias, y habéis tenido contacto virtual con mucha gente ¿ o quizá no con tanta? Desengañaos... Si en dos meses, con una crisis sanitaria, económica y psicológica como la que hemos vivido esa persona no se ha acordado de ti, lo mejor que puedes hacer es deshacerte definitivamente de ella. Está claro que no le importas una mierda. Ahí no hay nada, ni relación, ni amistad, ni amor, ni siquiera interés. Solo hay un número de teléfono de por medio del que os tenéis que deshacer cuanto antes. Ni lo meditéis , en serio, coged el móvil y mandad su contacto a la mierda. No tiene ningún sentido almacenar teléfonos. ¿Para qué? ¿Para cuándo? Esta ha sido una oportunidad única para saber quién te tiene en cuenta. Y también para saber a quién tienes tú en cuenta. Reflexionad como queréis, como queremos volver a esa nueva normalidad. ¿Con gente que ha compartido, como ha podido , esta peculiar situación o con gente que no ha existido en esta peculiar situación? Coged el móvil, hacedme caso, hay muchos teléfonos ahí donde pone "contactos", que no lo son.

miércoles, 6 de mayo de 2020

QUE VUELVAN LOS "OTRA VEZ"

Este podría ser un miércoles cualquiera, un miércoles en el que otra vez yo bajaría la calle andando con mi hijo para ir al cole inventando animales híbridos, a cual más descabellado. Y así hasta que le dejara en su fila, la de segundo C. Mi madre mi llamaría para decirme que me compró algo en "el martes" (el mercadillo) y otra vez yo le diría: Tengo un montón de ropa! Y ella me contestaría. Pues una más. Y por la tarde, otra vez aparecía en mi casa con "cualquier chuchería".Una camiseta, un pañuelo, un jersey... Esa mañana, otra vez bajaría al bar de mi barrio. Y allí Mariano, o Álvaro o Antonio me pondrían el café y nos volveríamos a reír, otra vez, con las apuestas de Mariano sobre carreras, las apuestas que siempre pierde. Quizá este miércoles coincidiría con Juan en el desayuno y hablaríamos de los peques. Otra vez tocaría hacer la compra, los recados y un rato de deporte en el gimnasio. Y con un poco de suerte me daría tiempo a tomarme un vino con Félix , con Juan, con Emilio... antes de ir a por mi hijo al cole. Rafa llegaría otra vez tarde a comer. Y la tarde, otra vez, sería una locura. Comida, deberes, baloncesto, juegos, vendrían los abuelos, cena, ducha, lectura... Otra vez yo pensaría que no tenemos ni un minuto libre y quizá, otra vez, ya me rondaría por la cabeza el reportaje que tendría que grabar el viernes, ya en mi turno de trabajo. Mis "temas" que serán una chorrada pero a mí me dan la vida. Como me da la vida al llegar al trabajo ese primer café con mi amigo Alex, esos vinos con mi amiga Arantxa, esas charlas de madres a la entrada y a la salida del cole, esos ratos de risas con Violant y David...Esas rutinas ahora rotas... Entonces, hace tan solo dos meses, cuando se repetían los "otra vez" yo me aburría de hacer las mismas cosas otra vez. Muchas veces buscaba la anécdota en esos "otra vez", muchas veces añoraba la sorpresa para salir del "otra vez". Lo que daría yo ahora por el "otra vez" ya lo sabéis todos, porque todos o casi todos vosotros también os estáis dando cuenta de la belleza de lo cotidiano, de lo bonito que era poder repetir algunas cosas, una y otra vez. Muchos, a estas alturas, lo único que pedimos es que vuelvan los "otra vez"

domingo, 3 de mayo de 2020

NO SE LO DIGAS A NADIE

NO SE LO DIGAS A NADIE No se lo digas a nadie pero no dejo ni un minuto de pensar en ti. Soy adicta a tu risa, esas carcajadas que nos echamos tumbados en la cama , sin motivo, por cualquier chorrada...Me enloquecen tus cosquillas, porque no sabes hacerlas y tengo que impostar que me río y que no puedo soportarlas, creo que tú lo sabes , pero nos da igual... y la cara que pones cuando me ves aparecer por la puerta, con esos ojos brillantes que hablan solos, que me hablan a mí, solo a mí, porque me niego a pensar que puedas repetir esa mirada hacia otra persona. No se lo digas a nadie pero no dejo ni un minuto de pensar en ti, ni siquiera cuando te enfadas, cuando me enfadas, cuando nos enfadamos. Cuando no te entiendo , o cuando pasas de mí o cuando te veo triste, el estómago se me retuerce y no dejo de buscar explicaciones ridículas y descabelladas a tus males. Justificaciones absurdas para algo tan sencillo como que tienes un mal rato o incluso un mal día No se lo digas a. nadie pero no dejo ni un minuto de pensar en ti. No se lo digas a nadie pero desde que estás a mi lado tengo muchos miedos, tengo solo un miedo, que es dejar de disfrutarte. Porque incluso cuando estoy hasta los pelos ( que es un expresión que te encanta repetir) quiero seguir a tu lado, pegadita a tus huesos, pegadita a tu pelo, pegadita a tus besos. No se lo digas a nadie pero ya no puedo imaginar mi vida sin este día, sin el día de la madre, y eso es y será siempre por ti... Shhhhh...No se lo digas a nadie no sea que el amor de tanto amar se espante. Shhhh no se lo digas a nadie FELIZ DÍA A TODAS LAS MADRES